viernes, 30 de octubre de 2015

¡Maldita propaganda!

En Maldita Propaganda no nos ocupamos solo de la maldita publicidad comercial que vemos, oímos, tocamos, respiramos, olemos, comemos y sudamos todos los días.
También nos ocupamos de la maldita propaganda en general.
Y hoy en día, estimados lectores, casi todo es propaganda:
- Las patochadas de los malditos monigotes de la "política".
- Las opiniones de los grandes pensadores (que no profundos o buenos sino grandes, orondos, malditos...) y sus discursos capaces de convertir el plomo en oro y lo malo en bueno, la enfermedad en salud y lo mezquino en virtuoso.
- Las "gestas" de los deportistas, que insisten en contar los puntos aunque por lo visto ganar no es lo importante.
- Las campañas de "concienciación" diseñadas para modelar la conducta y de paso, recaudar algunos donativos.
- Las noticias "relevantes" en los medios, y si no acontecen se fabrican.
Aún no han llegado a los sueños, pero parece que ya falta poco.

-¿No teníais publicidad en el Siglo XX?- -Pues claro pero no en
nuestros sueños. Solo en la tele o en la radio, o en las revistas, o
en el cine, o en el futbol, autobuses, botellas de leche, camisetas,
plátanos, en el cielo... ¡Pero no en los sueños! ¡Eso nunca se vio!-



La propaganda, y recordemos que hoy en día está en todas partes, es la enemiga natural de la Conciencia Libre, y por lo tanto es nuestro deber combatirla.
Tener libertad de conciencia es mucho más que no dejarse influir por la propaganda y la publicidad. Implica también una elección precedida de una reflexión.
Y es mucho más sencillo pensar cuando no estamos siendo bombardeados por memes estúpidos todo el día que condicionan nuestras decisiones.
Y es mucho más sencillo llegar a conclusiones válidas si partimos de premisas ciertas.
Por eso, desde aquí, animamos a los lectores a desenmascarar la propaganda allí donde se encuentre, a cuestionarla, a ridiculizarla, a darle la vuelta y a utilizarla para nuestros propios fines que no son otros que la libertad, al menos de conciencia.
Es un simple grano de arena en la inmensidad de la playa, pero siempre nos han disgustado esos derrotistas que dicen que una sola persona no puede cambiar nada, aunque la historia se empecine en demostrar lo contrario.

Siempre ha sido potestad de los locos y de los niños señalar que el emperador está desnudo.
Pues bien, a nuestro parecer, bien pocos andan con ropa hoy en día. Incluídos los que escriben estas palabras. Todos nosotros arropados por la propaganda.
Pero lo cortés no quita lo valiente y haremos lo que esté en nuestra mano para desenmascarar las memeces cotidianas, que son legión, y aportaremos nuestro granito a la playa de la que, sin duda, un día disfrutarán nuestros descendientes.

En conciencia, es nuestra obligación.